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Regar los bonsáis con agua osmotizada

Regar los bonsáis con agua osmotizada

El bonsái es una técnica japonesa que consiste en cultivar un árbol, arbusto o planta en una maceta pequeña aplicando métodos de poda y corte de raíces específicos con el fin de evitar su crecimiento. La palabra significa literalmente “Bon: bandeja” y “sai=cultivar”.

El cultivo de bonsáis se ha convertido realmente en todo un arte. A la dificultad de limitar el crecimiento de las raíces en un recipiente pequeño, y el control de los principales parámetros necesarios para la adecuada salud de nuestros bonsáis, se le añade ciertos objetivos estéticos de ramas, hojas y troncos mediante métodos de cuidado y cultivo específicos.

Entre las técnicas de estilizado se encuentran: el podado, deshojado, madera muerta, uso de alambres, injertos, grampas.

En cuanto al cuidado, los principales puntos a tener en cuenta son: la ubicación, el medioambiente de cultivo, suelo y fertilización, uso de herramientas específicas, replantado en macetas y control de pestes. Hoy os vamos a hablar de uno de estos puntos en concreto, primordial para la salud de los bonsáis, y es el agua que utilizamos para humectarlos.

El tipo de agua que utilizamos para regar los bonsáis tiene vital importancia. Un agua dura, la que nos encontramos en la mayoría de las comunidades de nuestro país, puede provocar problemas de capilaridad en nuestro árbol ya que al contener una alta mineralización puede llegar a obturar los capilares de las raíces, y por tanto, reducir la capacidad de absorción de la humedad y el oxígeno. Otros problemas resultantes del uso de este tipo de agua puede ser la modificación del pH del sustrato y la dificultad para la absorción de nutrientes provocando una carencia nutricional. Por tanto, debemos usar aguas lo más blandas posibles.

¿Dónde conseguimos aguas blandas?

Si vives en zonas dónde el agua del suministro doméstico es blanda puedes utilizarla para el riego de tu bonsái.

Otra opción es el uso de agua de lluvia, aunque no es el método más práctico ya que debes recogerla y almacenarla, y llevar un control para evitar su putrefacción.

Podemos utilizar agua embotellada de mineralización débil, aunque dependiendo del número de bonsáis que dispongas no resulte la alternativa más económica.

Una de las opciones más recomendadas es el uso de agua osmotizada ya que proporciona un agua con una excelente calidad para el riego de bonsáis y plantas, prácticamente pura, sin sales ni contaminantes.

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